Hoy, miércoles 30 de junio, es un día históricamente memorable ya que después de un largo y tortuoso proceso se ha aprobado la despenalización del aborto en el Estado de Hidalgo con 16 votos a favor, 12 parlamentarios que no votaron y una abstención. Hidalgo se convierte en el tercer estado de la República mexicana en brindar a las mujeres su derecho a abortar.
El proceso de votación que aprobó esta ley nos reveló varias cosas. La primera es que, a diferencia de diciembre de 2019, la bancada de Morena mostró su peso mayoritario en el congreso, pues todos los votos a favor (16) fueron por parte de este partido, quien sólo dio una abstención. Mientras que los que los diputados que no votaron (12) se encuentran entre PRI, PAN, PESH, Nueva Alianza, PT y un diputado independiente.
Es evidente que, durante el proceso electoral pasado, las corrientes a lo interno de Morena llegaron a un acuerdo para aprobar esta iniciativa, probablemente a cambio de candidaturas para sus corrientes, pues la correlación de fuerzas parlamentaria no ha cambiado. El proyecto de ley presentado tampoco cambió, pero sí cambió su voto, es algo que no tiene sentido, ¿Por qué prolongar o arriesgar perder la mayoría parlamentaria para aprobar la Interrupción Legal del Embarazo (ILE)?
Sólo una negociación entre las cúpulas democráticas, que responden a la enorme presión del movimiento amplio de mujeres y de otros sectores progresistas, dan sentido a lo sucedido.
Otra cuestión para mencionar es que los diputados no morenistas trataron de usar excusas para poder disminuir la aplastante mayoría a favor de esta ley que da derecho al aborto. Alegaron una supuesta falla de procedimiento legislativo para su discusión, haciendo el juego a los Provida, quienes allanaron ayer el congreso cuando se hacía la petición de integrar esta discusión a la orden del día del pleno. De igual forma buscaron reventar la sesión hablando mientras se votaba, no obstante, a pesar de estos burdos intentos por volcar la iniciativa, al medio día de hoy se anunció oficialmente la despenalización del aborto.
Sin duda, este hecho es un triunfo de y para la lucha de las mujeres, sin embargo, esta batalla no ha terminado. Las mujeres debemos seguir en las calles pues sólo así podremos garantizar que esta iniciativa no se quede sólo en el papel. Se debe seguir ejerciendo presión al estado para que se implementen protocolos, los hospitales se adecuen con los equipos con medidas de higiene y capacitaciones adecuadas, de modo que haya un proceso fácil, seguro y gratuito para todas las mujeres y personas gestantes de Hidalgo.
Cabe mencionar que aún queda una larga lucha para brindar este derecho democrático a todas las mujeres y personas gestantes, pues menos del 10% de los estados que componen a la República mexicana han legalizado el aborto. Es por esto por lo que debemos seguir organizándonos para conseguir todos los derechos que históricamente la sociedad dividida en clases nos ha negado.
Debemos recordar que este es un triunfo de las mujeres organizadas, no del gobierno, ni del congreso. A pesar del supuesto progresismo de los diputados de Morena, sabemos que una gran parte de ellos tienen otros intereses de por medio. Fue sólo gracias a las constantes demandas y a la organización efectiva de las mujeres proletarias que hoy se logró avanzar legalmente en conseguir este derecho. Ahora nos toca materializarlo para que esto sea una realidad.
Este es un pequeño, pero muy importante paso hacia nuestra emancipación, pero nuestro camino aún es largo para lograrla plenamente, dentro del capitalismo podremos conquistar ciertos derechos que sólo mediante la lucha organizada podremos mantener, pero sólo cambiando las bases materiales que originan todas las formas de opresión podemos avanzar hacia una sociedad mejor donde no exista la explotación ni la violencia. Nuestra lucha por la plena emancipación de la humanidad debe ir más allá. Usando estos triunfos como estandarte avanzaremos con paso firme hacia la revolución socialista, de la mano de la clase obrera mundial.