Escrito por Tendencia Socialista de Morena
En momentos en que el apoyo de la población al gobierno de Peña Nieto ha colapsado al 10% y se convierte en el gobierno más despreciado del que se tenga registro, AMLO declara, en relación a la frustrada visita a la Casa Blanca, que “el pueblo de México apoya a Peña Nieto”. Mientras se viven movilizaciones e intentos de coordinación contra el gasolinazo que sacuden a regiones como Baja California, cuyo punto en común es la exigencia de la caída del gobierno y de todas las reformas estructurales, la dirigencia de Morena ha decidido mantenerse al margen de esta lucha coyuntural y reducir su oposición al gasolinazo al terreno parlamentario y declarativo, a la “oposición de terciopelo”.
Al mismo tiempo, las prácticas burocráticas se imponen en la estructura de Morena con el arribo de burócratas provenientes del PRD, del PRI e incluso del PAN, y se incorpora al equipo de Morena al salinista neoliberal Esteban Moctezuma Barragán. Esta deriva oportunista tiene la presunta intención de “convencer” a la burguesía nacional e internacional de que Morena y la candidatura no AMLO no es una amenaza para sus intereses.
Pero si Morena cuenta con amplias reservas de apoyo entre la población es precisamente porque el pueblo pretende un cambio de régimen, el rompimiento radical de las políticas privatizadoras que se han llevado en beneficio de los empresarios nacionales e internacionales con los cuales ahora se pretende pactar. El resultado de estos acercamientos con la derecha será el de desmoralizar, desorientar y desorganizar a las bases humildes de Morena que son la única esperanza de triunfo. Incluso si se tiene éxito en “ablandar” la resistencia de la oligarquía, AMLO llegaría al gobierno atado de pies y manos, incapaz de llevar adelante las medidas a favor del pueblo que, se supone, eran la razón de ser de Morena. El arribismo y el giro a la derecha no fortalecen a Morena, todo lo contrario: le alejan del apoyo de las masas movilizadas y lo someten al control de los causantes de la crisis actual.
Especialmente desastrosa es la línea de Unidad Nacional de la dirección de Morena. Hemos visto movilizaciones sin precedentes contra la política racista de Trump en los propios Estados Unidos, miles de personas del pueblo norteamericano se solidarizan con sus hermanos musulmanes. La obligación de la izquierda mexicana en su lucha contra las agresiones imperialistas de Trump es aliarse con este movimiento del pueblo norteamericano; luchar juntos contra el muro, contra las deportaciones. En lugar de esto, AMLO prefiere plantear un frente con empresarios, priistas y panistas arrepentidos “en morena todos tiene cabida”, un frente al que también llama Norberto Rivera y toda la podrida oligarquía mexicana.
Pera nosotros es claro que un trabajador mexicano tiene todo en común con un trabajador norteamericano o musulmán y nada en común con «compatriotas» como Slim y Peña Nieto. Si queremos luchar efectivamente contra Trump y sus medidas debemos enlazarnos con las movilizaciones del pueblo norteamericano, en lugar de aliarnos con la burguesía nacional y su régimen que es la culpable del desastre actual, de la venta del país, de la renuncia a la soberanía de México. En lugar de Unidad Nacional con el régimen podrido impulsemos la unidad del pueblo en lucha.
La estrategia estrechamente electorera de Morena -misma que no ha sido discutida y aprobada por las bases y que va en contra del “Partido movimiento” del congreso fundacional – está metiendo a Morena en un callejón sin salida. Se han dejado de lado las movilizaciones, el posicionar a Morena en las calles en casi todas las coyunturas que han sacudido a México en los últimos años. Como se ha renunciado a la movilización se refuerza la tendencia a las componendas por arriba, a la aceptación de todo tipo de métodos burocráticos e imposiciones. La política exterior no es más que la continuación de la interior: si se ignoran las movilizaciones que están sacudiendo al país, ¿cómo podrían verse las masivas movilizaciones en contra de Trump en EUA mismo?
Hacemos un llamado a las bases de Morena -que han formado parte integrante, de manera autónoma y espontánea, de las movilizaciones contra el gasolinazo y por la caída de Peña Nieto- a que recuperemos el control del partido, a que exijamos cuentas y respeto a la democracia partidaria; a que evitemos que Morena termine por convertirse en otra versión del PRD y del resto de partidos del régimen. Si queremos ganar las elecciones en el 2018 para un verdadero programa de izquierda, no debemos girar a la derecha; debemos movilizarnos hoy, Morena debe retomar las consignas del pueblo: fuera Peña Nieto, abajo el gasolinazo, abajo las reformas estructurales.
¡Por la democracia interna dentro de Morena!
¡Las políticas de la dirección deben de ser discutidas por los comités de base!
¡Fuera oportunistas de Morena!
¡Abajo Peña Nieto!
¡No a la unidad con los que han vendido al país!