Escrito por Ubaldo Oropeza
El día de hoy, lunes 9 de enero se cumplen más de una semana en que el pueblo de México está en las calles luchando contra el gasolinazo. De forma espontánea, de norte a sur del país, ha habido un auténtico levantamiento popular.
En estados donde regularmente los trabajadores y la juventud no se manifiestan de forma considerable, hemos visto auténticas batallas, por ejemplo en Sonora, donde la gente estrello un coche contra la policía. En Hidalgo el gobierno ha reaccionado de forma brutal contra la población, disparando a gente desarmada; en San Luis Potosí, Chiapas y Zacatecas se han tomado edificios de gobierno y han sido incendiados.
La incorporación de contingentes obreros organizados es claramente un paso al frente. Ni en las movilizaciones del #yosoy132 o la lucha por la aparición de nuestros 43 compañeros de Ayotzinapa vimos a contingentes de la clase obrera luchando en las calles. Además de esto hay varias maquiladoras paradas por los bloqueos en Chihuahua.
La movilización de ahora es cualitativamente superior a las anteriores, no sólo por lo que hemos dicho, sino por la composición de los que se han manifestado. Hasta antes de esta lucha contra el gasolinazo, los que habían llevado la batuta fueron los jóvenes universitarios –por el momento la mayoría está de vacaciones aun, pero pronto se incorporarán a la lucha y será un factor dinamizador muy importante-, ahora estamos viendo a las madres de familia, a los trabajadores que en su empresa no tienen sindicato, al sector más explotado, marchando, organizándose, comprendiendo su realidad de manera diferente.
La “ayuda” que ofrece el gobierno para mejorar la economía familiar.
A medio día, el gobierno preparo un nuevo “acuerdo” nacional para apoyar la economía de las familias de escasos recursos. En su tercer mensaje en menos de una semana –esto habla de lo nervios que está el gobierno por las movilizaciones- EPN (junto a parte de su gabinete, y lo que él llama Comité Nacional de Productividad -el cual agrupa a cámaras empresariales y dirigentes obreros aliados del gobierno y priistas-) dio a conocer una serie de medidas con las cuales pretende “ayudar” a la maltrecha economía del pueblo.
Las medidas que anuncia no son, de ninguna forma, significativas: mejorar la productividad, supervisar el aumento de precios de las mercancías, estímulos fiscales para la inversión, facilitar trámites legales para pequeñas empresas, un supuesto programa de austeridad, recorte del 10 % a salarios de altos funcionarios (lo que les quitan en salario ellos lo recuperarán robando el presupuesto –es decir, con “prestaciones” extra salariales), incentivos para que el transporte publico cambie de gasolina a gas, etc. A grandes rasgos no dijo nada, como siempre.
Los dos objetivos de estas medidas son el mantener la “estabilidad” financiera y no aumentar la deuda. Él mismo ha dicho que la inestabilidad financiera es por los efectos externos, no se comprende, de ninguna manera, cómo estas medidas que propone puedan ayudar a terminar con la inestabilidad externa, ni tampoco la interna. El aumento desproporcionado de la deuda, tanto interna como externa se ha dado a partir de las mismas reformas que han implicado la descapitalización del estado para regalar el dinero del petróleo a empresas privadas. Todo lo que dice y hace este este hombre no tienen sentido. Es más, todo lo que haga o deje de hacer simplemente le va a resultar mal, el estado tan lamentable de la situación económica del pueblo es el resultado de su proyecto económico capitalista.
Así se lo hizo saber el Consejo Coordinador Empresarial, el cual se negó a firmar el “acuerdo” y lo calificó como una estrategia de comunicación e imagen pública. Esto es muy significativo, de lo que se está hablando es que las mismas cámaras empresariales no tienen ninguna confianza en las medidas que lanza este gobierno para tratar de terminar con las movilizaciones que sacuden el país.
Aunque los sectores priístas “charros” del sindicalismo mexicano -los dirigentes de la CTM, la CROC y la CNC- sí firmaron el mentado acuerdo. Es muy significativo lo que dijo el líder de la CTM, que para nada lo podemos calificar de rojo socialista. Son priístas que están sufriendo las presiones y el ambiente que se vive en las fábricas, lo que le llevó a criticar de forma velada e discurso de EPN al decir “Las pláticas son buenas pero no son útiles para llevar beneficios a las mesas de las familias obreras donde comen los trabajadores con sus hijos y familia”.
Estamos viendo cómo los mismos sectores del PRI y los empresarios se van deslindado de este gobierno inútil, corrupto y represor.
Marchan miles de forma coordinada.
Si ese es el ambiente que se ve en estos sectores pro gobierno, podemos imaginarnos, y podemos ver, el ambiente que hay entre los trabajadores de a pie, los jóvenes que no ven ninguna posibilidad para un futuro digno, a las mujeres que viven atemorizadas por los feminicidios y las desapariciones, a los campesinos que mantienen a su familia con un dólar al día.
Como lo hemos venido describiendo en los diferentes artículos publicados en nuestra página. El gasolinazo ha sido el catalizador de un descontento acumulado por años. Día tras día hay informes de movilizaciones espontaneas en todas las ciudades. En los mercados, las plazas públicas, en el transporte público, en pláticas de familia; todo mundo habla de esto: de la difícil situación economía, de los saqueos propiciados por el mismo gobierno, las manifestaciones, la represión, etc.
Podemos ver, también, cómo la táctica del gobierno: el temor por los saqueos, incluso la represión abierta –en Ixmiquilpan el gobierno asesino a dos jóvenes que luchaban contra el gasolinazo y la represión en Nogales, donde la policía y ministeriales dispararon a la multitud desarmada- no están rindiendo el efecto de replegar la lucha, por el contrario, se prende más la hoguera.
Hoy, fruto de las diferentes coordinadoras que han salido por doquier, se logró organizar una marcha conjunta. En todas las reuniones o asambleas, el ambiente es de unidad. Se comprende que desunidos nos van a aplastar, hay reuniones de los diferentes sectores: estudiantiles y obreros, que están lanzando llamados a la organización, a dar coherencia al descontento.
De esto depende mucho el porvenir de esta lucha. Si somos capaces de organizar una coordinadora única de lucha a nivel nacional, podremos tomar medidas más fuertes, sumar a sectores decisivos de la producción, como los mineros que ya salieron a las calles en Lázaro Cárdenas Michoacán.
La marcha ha sido un éxito, en la ciudad de México, más de 40 mil personas marchando, sin una dirección visible aun, pero con una consigna que en boca de cada uno, se convierte en un clamor que unifica: Fuera Peña Nieto. En otras ciudades también hubo manifestaciones.
Ésta debe de ser la bandera que unifique a todos los sectores. Para miles, millones, es claro que EPN ha hundido a este país en la miseria, la corrupción e inseguridad. La marcha de hoy fue clara, la única forma de terminar con nuestros problemas es echar a este gobierno.
No sólo es EPN, es el sistema capitalista, que a nivel mundial está hundido en una crisis muy profunda y que sólo ve la posibilidad de salir de sus problemas echándola a la espalda de los trabajadores. Desde nuestro humilde punto de vista pensamos que la única forma de terminar con nuestros problemas y crear una sociedad prospera y con futuro es luchar por una sociedad socialista. Por tanto, pensamos, que el primer paso es tirar a EPN, después a las cámaras de diputados y senadores, que con comparsas del saqueo y el hambre. Nuestra tarea será el instaurar un gobierno de los trabajadores y la juventud, renacionalizar los sectores fundamentales de la economía y así, dar la posibilidad de una vida digna y con futuro.