Éste 14 de enero, la Fiscalía General de la República exoneró a Salvador Cienfuegos, quien fue el principal dirigente de las fuerzas armadas del país durante la presidencia de Enrique Peña Nieto. Éste hecho ha enturbiado la relación entre México y EEUU y tendrá consecuencias en la colaboración futura.
El gobierno mexicano en menos de dos meses ha dicho que no hay delito que perseguir. En realidad esto es una concesión a las fuerzas armadas, no es un detalle menor, es un punto de inflexión en éste gobierno que ha dicho que combate a la corrupción pero su política de conciliación le lleva a hacer concesiones serias, a empeñar su alma al diablo.
La exoneración apresurada, sin cuidar mucho las formas, de Salvador Cienfuegos Cepeda se hace fracturando la relación con EEUU. No son razones jurídicas sino políticas lo que hace que el gobierno AMLO actúe así. Por un lado, la clara concesión que se le hace al ejercito al exonerar y buscar limpiar la imagen de Cienfuegos (que además estuvo implicado en el caso Tlatlaya y la defensa de los militares en el caso Ayotzinapa), por otro lado aprovechan la coyuntura política en EEUU. Esto ocurre cuando Trump está más preocupado por un nuevo juicio político tras la toma del Capitolio por parte de sus seguidores y Baiden no asume aún la presidencia.
Como dijimos en nuestro pasado artículo:
“Todo apunta a un escandaloso caso de impunidad, pero demos el beneficio de la duda y veamos cómo actúa el gobierno de Obrador que hoy aparece sumergido en el torbellino de sus propias contradicciones”
Hoy tenemos la respuesta, AMLO no solo ha dejado en libertad a Salvador Cienfuegos, sino que ha eliminado la posibilidad de realizarle un juicio.
Los antecedentes a la exoneración
El general en retiro había sido investigado por la Administración para el Control de Drogas (DEA) del gobierno estadounidense y fue capturado en la ciudad de Los Ángeles, California, el 15 de octubre. AMLO diría en ese contexto que: «Esto es una muestra inequívoca de la descomposición del régimen de cómo se fue degradando la función pública, la función gubernamental en el país, durante el periodo neoliberal”. Pero sectores importantes del ejercito presionaron al gobierno de AMLO quien intercedió ante el Gobierno estadounidense que retiró los cargos y dejó en libertad a Salvador Cienfuegos, entregándole a sus vecinos del sur un expediente con la información recabada. Esto sucedía en el momento que Trump caía en desgracia perdiendo la elección. AMLO no reconocería entonces el triunfo de Biden pero a cambio Cienfuegos regresó a México y durmió tranquilamente en su casa.
El canciller, Marcelo Ebrad, quien dirigió la operación que regresaría a Cienfuegos al país, manejó éste hecho como un acto de defensa de la soberanía, “Un acto de respeto a México y a las fuerzas armadas” y dijo que sería casi suicida traerlo a México y luego no hacer nada.
La exoneración de Cienfuegos ha llevado a que Ebrard se tenga que tragar sus propias palabras, en su defensa ha dicho que la fiscalía llamó a comparecer a Cienfuegos y que hacer justicia no significaba forzosamente encarcelar a quien fuera jefe de la Sedena.
Tras analizar este expediente proporcionado por el gobierno imperialista, la Fiscalía General de la República dijo que el militar investigado no tuvo encuentro alguno, ni comunicación, ni protegió al cartel investigado y no usó ningún medio de comunicación electrónico, ni dio órdenes para protegerlos. También señaló que ni sus bienes ni ingresos incrementaron de forma anómala. Este proceso express no tardó más de dos meses (en medio de la pandemia) para declarar, sin más, que no hay delito que perseguir contra Salvador Cienfuegos. AMLO dejó claro en su conferencia mañanera que: «Es una decisión que toma la Fiscalía, pero que el Gobierno que represento secunda, es decir, avala, respalda”.
¿Existe la posibilidad de que fuera un proceso armado por los EEUU para generar un conflicto interno en México o que las pruebas no fueran suficientes y al final no demostraran la culpabilidad del implicado? Si éste fuera el caso, el gobierno mexicano podría haber actuado explicando el proceso de investigación que se hizo, desmontando públicamente las acusaciones frente a la opinión pública, por el contrario, la forma de actuar genera serias y fundadas dudas.
El gobierno ha realizado este proceso en tan solo 56 días para echar abajo una investigación de dos años, y se ve poco probable que se haya hecho una investigación a fondo, si hizo una investigación alterna profunda que realmente desestimara la culpabilidad de Cienfuegos, si se entrevistó a testigos y a quién. A todas luces parece un tiempo insuficiente para declarar la inocencia de Cienfuegos, quién además es un elemento clave en un caso central que el gobierno mexicano se comprometió a resolver, el de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
Lo que si sabemos es que AMLO fue cambiando su tono frente al caso y la liberación de Cienfuegos; Que las quejas diplomáticas formales de México frente a EEUU iniciaron días después de su detención, después que le negaran al militar la libertad bajo fianza. Fue justo antes de que se abriera el juicio formal que Ciuenfuegos fue liberado bajo la presión del gobierno mexicano. ¿Qué hizo que actuara el gobierno mexicano así? Sin duda la presión ejercida por el ejército. Es la misma razón por la cual se ha desestimado la investigación en fast track, en menos de dos meses.
El deterioro de las relaciones con el imperialismo
AMLO recibió un país devastado. Se apoya en las fuerzas armadas para poder combatir al crimen organizado y por eso bajo su presión cede. La única forma consecuente de generar un cambio profundo que beneficie al pueblo es basándose en la organización misma de los trabajadores, bajo un programa socialista que ponga las palancas económicas en manos de la sociedad.
El gobierno de AMLO ha tenido que hacer concesiones a las fuerzas armadas, en quienes apoya su estrategia de gobierno. Le han pedido salvar a Salvador Cienfuegos y esto está teniendo un costo político tremendo que deteriora su relación con el imperialismo. Para mostrar su legitimidad frente al pueblo ha transparentado el expediente, o parte del expediente (secreto) que el gobierno de EEUU le proporcionó. Esto va a traer consecuencias severas pues rompe acuerdos de confidencialidad. El difundir el expediente viola el tratado de asistencia mutua entre México y EEUU. El gobierno estadounidense ha manifestado serias dudas para dar información sensible a México en el futuro.
Los agentes del imperialismo han actuado en México como en su casa, lo hicieron en la investigación contra Cienfuegos. Recientemente se ha aprobado la ley de seguridad nacional que limita el actuar de los agentes estadounidenses. Esto, que en otro contexto se podría ver como un paso en la defensa de la soberanía, en la situación actual parece más bien un regalo más a las fuerzas armadas mexicanas, en la defensa de mantener su poder frente al Estado norteamericano y en concreto un regalo a ese sector que aún mantiene vínculos con el crimen organizado y no quiere ojos externos observándoles.
También ha manifestado su decepción por las decisiones de México sobre el caso. El departamento de justicia de EEUU ha dicho que se reserva su derecho a reiniciar un proceso judicial contra Cienfuegos. Sin embargo, el general en retiro no pisará en estas condiciones nuevamente los EEUU y el gobierno mexicano no lo extraditaría.
El expediente
El expediente que dio a conocer el gobierno mexicano contiene en sus 751 páginas una serie de conversaciones, fotos y capturas de pantalla en el que esta involucrado el crimen organizado. Señala que el objetivo no era Cienfuegos sino que al investigar al cartel de los Beltran Leyva se le encontró implicado.
Ha sido defendido por el gobierno estadounidense y desestimado por el mexicano, quien dice que el personaje ahí investigado no es Salvador Cienfuegos. Algunos medios de comunicación mexicano han señalado críticas como que el uso de faltas de orgografia en los mensajes o descripciones no siempre obedecen al general.
Incluso si la investigación gringa fuera completamente incorrecta, eso no implica que el gobierno mexicano hiciera una investigación seria, pero todo indica que no la hizo. Lo que hizo la fiscalía es lo que realmente debe transparentar el gobierno mexicano.
¿Qué viene?
AMLO ha buscado mantener la mejor relación con el imperialismo y no confrontarles. El caso Salvador Cienfuegos le ha llevado a actuar de tal forma que pone en riesgo su relación con su principal socio comercial y político. La periodista Anabel Hernández se ha hecho la pregunta:
«Es preocupante que el presidente arriesgue una relación bilateral tan importante para México por un asunto así; le pregunto al presidente ¿De qué tiene miedo? ¿Qué es lo que le preocupa?»
Los militares y mas concretamente, el sector que ha estado involucrado con los crímenes del pasado, han mostrado su fuerza y doblegado al gobierno de AMLO. Esto abre la puerta para que sigan actuando con impunidad en el futuro y aumenten su poder.
AMLO ha decidido apoyarse en las fuerzas armadas para gobernar, hacerles esta concesión da paso a que el ejército siga cometiendo crímenes. Incluso si bajo el mando de AMLO el ejercito actuará bajo legalidad y sin atacar a la población, terminará siendo una fuerza con más independencia y fortaleza que se convertirá en un serio peligro en el futuro.
AMLO necesita de la relación con el imperialismo, la economía depende de los vecinos del norte. Tarde o temprano buscará sanear las relaciones con los imperialistas, eso puede llevar a someterse a más presiones y dar más concesiones que las que hasta ahora ha dado.
Los reformistas se creen los más realistas, pero reformar al sistema no resuelve las contradicciones. Reformar al Estado no cambia su naturaleza de clase. El estado putrefacto y corrupto se niega a morir. La única política realista es una política revolucionaria. La transformación se dará poniéndo en marcha a los explotados, por la lucha y administración del Estado y la economía, o no se dará.