El pasado 25 de agosto del 2022 sale publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto por el que se establece el sistema de “compensación vitalicia” por justicia social a personas extrabajadoras de la extinta Luz y Fuerza del Centro”.[1]
La larga espera.
Más de un año tuvo que pasar –desde que fue anunciado públicamente en el monumento a la revolución por el exsecretario general Rosendo Flores Flores– para que se publicara oficialmente el “sistema” por el cual 9,000 compañeros que fueron despedidos por el injusto decreto de Felipe Calderón Hinojosa[2], van a acceder a “algún tipo de mecanismo reparatorio”.
Se podría pensar que un año –desde que fue anunciado hasta la fecha de publicación del decreto– es relativamente poco tiempo. Sin embargo, fueron casi 13 años donde los compañeros del SME no veían ningún tipo de acto que intentara resarcir el daño ocasionado por el espurio de Felipe Calderón. Nos atrevemos a decir que, ni con la actual solución, se puede corregir el dolor infringido por el decreto de extinción. Además del hecho, de que a 35 mil electricistas –hasta la fecha– no se les ha podido hacer justicia.
Evidentemente, la “compensación vitalicia” es un paso enorme para los compañeros electricistas, y claro, un gesto de que algo distinto pasó con la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Para ser más claros: sin la llegada de AMLO a la presidencia hubiese sido imposible alcanzar estas “compensaciones vitalicias”.
Pero hay que señalar algo con toda claridad, no todos los funcionarios de la denominada 4T, estaban de acuerdo en que este acto de justicia se concretara. El año pudo haber sido meses, y se hubiera evitado la tortura que representa vivir en la incertidumbre. De voz de Rosendo Flores Flores –quien fue, junto con otros exdirigentes los que llevaron la negociación con la presidencia– señaló que hubo obstáculos de personajes que intentaban proteger al dirigente charro de Martín Esparza. Es por eso que mencionamos que hubo una larga espera.
El Madruguete y la fe de erratas.
El 25 de agosto por la tarde noche fue publicado el decreto de las “compensaciones vitalicias”, sin embargo, el documento fue filtrado desde antes. Por las redes sociales, por grupos de whatsapp corrió el pdf del decreto. El problema no solo era la filtración, sino su contenido. El decreto en su artículo primero, colocaba las condiciones para poder acceder al “sistema de compensaciones vitalicias”, dejando fuera, aproximadamente de 3 mil a 5 mil compañeros y compañeras. El decreto señalaba lo siguiente: “Se establece el Sistema de “compensación vitalicia” por justicia social a personas extrabajadoras de la extinta Luz y Fuerza del Centro, aplicable a las que se encontraban al servicio del extinto organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro, al 11 de octubre de 2009, que contaban con una antigüedad de al menos 19 años, 6 meses 1 día, y que actualmente se encuentren con vida, no hayan sido jubilados de Luz y Fuerza del Centro y no formen parte del esquema de rentas vitalicias a través de Agroasemex, S.A, ni reciban ninguna pensión en términos de la Ley del Seguro Social, de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado o de la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, ni otra establecida en cualquier instrumento jurídico.” [3]
El artículo referido dejaba fuera a un porcentaje importante de compañeros para acceder al “Sistema de compensación vitalicia”. Existen actualmente electricistas que ya cuentan con una pensión del IMSS, por ende quedaban fuera. Hay que señalar para la comprensión de los lectores que no estén familiarizados con la temática de Luz y Fuerza del Centro, que los trabajadores de dicho organismo eran jubilados por la empresa, pero también se cotizaba al Seguro Social, por ende tienen derecho a una pensión del IMSS. Aunado del hecho, de que como fueron trabajadores que entraron antes de las reformas al sistema de pensiones del 97, en el sexenio de Ernesto Zedillo y acorde a la lógica neoliberal, los compañeros pueden de manera voluntaria aportar al Seguro Social para que el monto de la pensión sea aún mayor.
El decreto publicado el 25 de agosto del 2022, generó un ambiente de desconcierto, de molestia, de incertidumbre. Tuvo que salir públicamente Rosendo Flores, a desmentir la filtración del decreto. Pero además, a pronunciarse, de que si fuese cierto, (como sucedió en la tarde noche del 25 de agosto) él no lo iba avalar, porque ese no fue el acuerdo al cual había llegado con algunos funcionarios y con el mismo presidente.
Al día siguiente, de publicado el decreto, Rosendo Flores (junto con otros exdirigentes), fue directamente a la presidencia a señalar que el decreto no cumplía con lo acordado previamente, que si fuese aceptado tal cual salió, dejaría a muchos compañeros fuera del “Sistema de compensaciones vitalicias”, y por ende, la “justicia para los trabajadores”, iba quedar limitada.
Ya por la tarde, del 26 de agosto, salió un nuevo comunicado de los exdirigentes, en especial de Rosendo Flores, donde se señaló que presidencia aceptaba el “error”, y que iba ser corregido inmediatamente a través de una “fe de erratas”. El 29 de agosto del 2022, sale publicado en el DOF, la errata que corregía el artículo primero, antes citado, quedando con la siguiente redacción: “… ni reciban alguna otra prestación derivada de la relación de trabajo que existió con Luz y Fuerza del Centro”.
Con esa modificación, el problema de los “excluidos” por el decreto del 25 de agosto, quedó resuelto. Sin embargo, para un servidor, no fue un “error de buena fe”, sino un último latigazo, un “madruguete”, de aquellos funcionarios del gobierno federal –que en contubernio con Martín Esparza– hicieron todo lo posible para que no hubiese “justicia”. Al final, la postura de AMLO y la firmeza de Rosendo Flores, fue la que hizo que se decantara el decreto a favor de los trabajadores.
La correlación de fuerzas en el SME se modifica a favor de las corrientes democráticas.
El decreto fue un acto de justicia, sólo hay que imaginar lo que representa para un compañero, que después de 13 años, pueda tener un ingreso económico con relativa certeza.
Obviamente tener un ingreso garantizado cambia la vida por completo.
Pero el decreto no sólo resolvió económicamente la vida de miles de trabajadores, sino que a lo interno del SME, tuvo un significado político. En el SME existe actualmente una disputa por democratizar al sindicato.[4] Ya se señaló que las “compensaciones vitalicias” fue el resultado de la gestión de exdirigentes del SME (cuando se señala “exdirigentes”, es sólo por una formalidad estatutaria, pero políticamente claro que es una dirección) con la presidencia de la República. Eso representa en términos concretos, una capacidad de resolución de las problemáticas de los electricistas. Existe un reconocimiento “informal” y político para la corriente de los exdirigentes por parte del gobierno de AMLO.
¿Qué interés tenía Martín Esparza para que no saliera el decreto a favor de los miles de trabajadores?[5]
Un dirigente sindical que no es capaz de resolver los problemas de sus agremiados, simplemente se convierte en un instrumento inútil, que es desechado por las bases, pero además, si ese mismo dirigente no resuelve porque antepone sus intereses sobre los intereses de la mayoría, pues aun peor.
A casi 13 años del decreto, Martín Esparza no ha logrado un acuerdo, solución o victoria del tamaño de lo acontecido el pasado 25 de agosto. Y es por una razón, se ha dedicado a pedir para una empresa privada de generación de electricidad transnacional.
Lo que hemos podido observar es un aumento en la capacidad de convocatoria y movilización –muy por arriba de lo que es capaz de convocar la dirección charra del SME– de la corriente que aglutina diversos esfuerzos, el denominado “Frente Amplio de Unidad”, donde las figuras más notorias son 4 exsecretarios Generales del SME democrático. La correlación de fuerza se ha modificado, Martín y su dirección han quedado reducidos a una mínima expresión, ya no representan a los trabajadores. Lo único que lo sostiene es la “toma de nota” regalada por la Secretaria del Trabajo Luisa María Alcalde, pero no por la voluntad mayoritaria de la organización.
Esta nueva correlación nos permite plantearnos el objetivo de recuperar nuestro sindicato, de recuperar nuestras instalaciones, de volver a cargar nuestro estandarte, de arrebatarles las siglas del SME. Pero no sólo por un elemento nostálgico, sino como una necesidad para poder reorganizar nuestras fuerzas, de poner orden en casa, de volver a construir un sindicato democrático, solidario y de vanguardia que nos permita avanzar en nuestros pendientes. Que han sido obstaculizados por Martín Esparza. Mientras esté el charro impune, va ser muy complicado llegar a nuestros objetivos.
El conflicto no ha concluido, aún faltan 30 mil.
Ya dijimos que la “compensación vitalicia” es un gran triunfo para los electricistas. Sin embargo, aún falta resolver el problema, que seguramente es el más difícil, el regreso al trabajo de los que aún no encuentran una solución.
La dirección charra sólo ha podido emplear en la empresa de los portugueses “Fénix” a 541 trabajadores, es decir; nada. La cooperativa que crearon, solo sirvió para esquilmar las liquidaciones de los trabajadores, para derrocharlos en proyectos que ni son claros, están llenos de opacidad y que son ineficientes. Es decir, por ahí no va a haber ninguna solución.
La única alternativa es sacar a las más de 6,000 empresas contratistas de CFE de la zona y materia de trabajo del SME. Ahí cabe una posibilidad, de ser recontratados en Comisión Federal de Electricidad. Pero para eso se requiere la mayor de las participaciones de los compañeros. Sin la movilización, va ser imposible hacer justicia para todos. En el último mitin en el Monumento a la Revolución, un exsecretario general, Jorge Tapia Sandoval, ante miles de trabajadores, señaló algo que es fundamental, que el SME somos sus trabajadores, no un edificio, y que los protagonistas de esta lucha seremos todos nosotros, pero que aún faltan más.
Para poder fortalecernos, falta una nueva conciencia, quitar de muchos la apatía (si bien es justo que hayan obtenido los compañeros su “compensación vitalicia”, cerca de nueve mil, hay quien ni las buscó, les llegó a casa, gracias al esfuerzo de otros), tendrán que ser ellos, el sustento del movimiento, actuar sin mezquindad, sin indolencia, de saber que nos necesitamos. Esperamos que esos beneficiados, junto con los compañeros jubilados, no abandonen a sus hermanos que no han obtenido justicia y que aún les falta el trabajo.
¡Vivan las “compensaciones vitalicias”!
¡Viva el movimiento democrático de los trabajadores electricistas!
¡Que viva el Sindicato Mexicano de Electricistas!
¡Por una solución que le haga justicia a todos!
A primero de septiembre del 2022, por el derecho y justicia del trabajador
Marco Antonio Olvera Carrillo (093463)
[1]Búsquese en el portal de DOF el decreto completo, donde se establece el marco legal y las condiciones en la que aproximadamente 9 mil electricistas van a poder aplicar al “Sistema de compensación vitalicia” [ https://www.dof.gob.mx/#gsc.tab=0 ] del día 25/08/22
[2] Formalmente en la mañanera del 10 de febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañado de Rosendo Flores exdirigente, dio a conocer que se iba implementar un mecanismo que hiciera justicia a los trabajadores de LYFC.
[3] [ https://www.dof.gob.mx/#gsc.tab=0 ] del día 25/08/22
[4] Ya en muchos artículos en la Izquierda Socialista se ha abordado los ejes del conflicto, y cómo se ha venido charrificando el Sindicato Mexicano de Electricistas.
[5] En diversas ocasiones Martín Esparza ha fijado su postura en relación a las “compensaciones vitalicias”, para ello recomendamos el video en Facebook de nuestros compañeros de Animal Dañero, para observar cómo públicamente las negó: https://www.facebook.com/watch/?ref=search&v=747484483148695&external_log_id=d9facc60-1f25-4658-a6ca-bdee01fdc252&q=animal%20da%C3%B1ero